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viernes, 22 de mayo de 2009

cáncer de páncreas

viernes, 22 de mayo de 2009
Descubren por qué el cáncer de páncreas es uno de los tumores más agresivos
La clave podría estar en el tipo de vasculatura de este cáncer (que afecta cada año a unos 4.000 españoles). Imagine que el tumor es un enmarañado ovillo de vasos sanguíneos, a través de los cuales las células tumorales reciben el oxígeno y los nutrientes que necesitan para reproducirse. Pero también los fármacos que deben llegar hasta ellas para eliminarlas.
En el caso del cáncer de páncreas, estas vías de abastecimiento están configuradas de tal manera que no permiten que la quimioterapia llegue hasta las células malignas, como si en lugar de tubos bien estructurados fuesen apenas unos hilillos débiles y fragmentados. Esto hace que en muchos casos la vida del fármaco (la gemcitabina es el más frecuente) por el organismo se 'apague' antes de haber podido alcanzar su objetivo.
Para tratar de remediarlo, Hedgehog (literalmente, 'erizo'), capaz de desencadenar una serie de eventos intracelulares que provocan la proliferación de las células.
Mejorar la administración de fármacos
La nueva combinación mejoró la llegada de la gemcitabina hasta los tumores pancreáticos, incluso retrasando la progresión de la enfermedad en los ratones de laboratorio empleados para el trabajo.
"Comprender mejor el microambiente que rodea al tumor será clave para mejorar la administración de los fármacos", señala. Y esto es particularmente en el caso del cáncer de páncreas, cuyas células malignas están rodeadas por una amplia red de elementos extracelulares que se conoce como estroma (una especie de armazón de tejido conectivo, capaz de sustentar los órganos y glándulas del cuerpo humano; o bien una masa tumoral).
Debido a la importancia que cada vez adquieren los tejidos 'vecinos' al tumor, las conclusiones del estudio son para Heeschen, "de alguna manera predecibles, pero aún así de un gran valor científico". Aunque reconoce que es pronto para pensar en que este trabajo pueda tener alguna aplicación clínica por el momento, "puesto que aún debe probarse en un entorno clínico".
De hecho, Heeschen considera que además de mejorar la administración de los fármacos hará falta solventar otro escollo que participa en las recaídas, la existencia de un pequeño núcleo de células madre capaces de resistir al tratamiento con quimioterapia. "Por eso en los ratones sólo se vio una estabilización parcial de la enfermedad", explica, "porque incluso aunque seamos capaces de hacer llegar la gemcitabina de forma activa al tumor, ésta sólo ataca las células que se están diferenciando, pero no a estas células madre, capaces de sobrevivir al tratamiento".


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