Los diabéticos tienen hasta tres veces más riesgo de parecer un cáncer hepático que las personas sanas.
La diabetes está vinculada con un aumento doble o triple del riesgo de cáncer hepático, independientemente de la presencia de otros factores de riesgo.
Se puede confirmar realmente el papel de la diabetes como factor de riesgo independiente para el cáncer de hígado.
Hay que vigilar las enzimas y la función hepática debe ser un proceso de rutina para tratar a pacientes diabéticos.
Junto a esos tumores, la diabetes también puede causar diversas afecciones cardiovasculares y neurológicas.
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