Uno de sus compuestos, llamado beta-lapachone, ha mostrado prometedoras características anticancerígenos.
Se determino que la sustancia extraída de la corteza del lapacho interactúa con una enzima identificada como NQ01, la cual se manifiesta en alto nivel en células de cáncer pulmonar y otros tumores sólidos.
En los tumores la sustancia es metabolizada por la enzima y produce la muerte celular sin dañar los tejidos no cancerosos.
Cuando se dirige la radiación sobre un tumor, los niveles de NQ01 aumentan y cuando se tratan estas células con beta-lapachone, se logra una sinergia entre la enzima y este agente, lo cual consigue una muerte de las células cancerígenas.
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